"PISANDO FUERTE EL PAVIMENTO MOSAICO" - 2° Puesto del Concurso Literario 2020

Hora de levantarse. Me sobrecoge el pensamiento diario: Igual

espacio, en el tiempo inmóvil. No pasa. ¿O vuela? No sé. ¿Avanza

con nosotras quietas? El ya conocido amanecer. Pero qué miedo el

impredecible atardecer.

Pienso en mis hermanas. Meses sin vernos. Tan lejos, tan cerca.

Planes desbaratados, nuevas ilusiones. Cuánto extrañamos estar a

cubierto en el templo. Nunca hemos estado más a cubierto que

ahora. Eso sí, separadas.

Me levanto, miro el piso y recuerdo nuestro mosaico. Ahora lo

interpreto con más claridad que nunca: Siento soledad y unión.

Libertad en el encierro.

Indignación por los que nos ponen en peligro. Admiración por los

que arriesgan sus vidas para cuidarnos y por los que trabajan para

proteger a sus familias. Así nosotras, unas en casa y otras saliendo;

con miedo y valor, con responsabilidad siempre.

La risa de los chistes nos alegra el encierro, pero nos sentimos

culpables porque pensamos que es una falta de respeto. Luego lo

aceptamos pues sabemos que el espíritu necesita respiro para

sobrellevar el dolor. Mucho dolor por los que están sufriendo, por

los que dejaron de sufrir, pero se fueron y ya no están. Amor. Más

amor que nunca. Risa y llanto.

Hay reunión de logia, quizás nos visiten hermanas. Este aislamiento

nos lleva a conocernos más. Se cierran puertas, se abren

ventanas. Hay que prepararse con la mejor actitud y con la mejor

expresión. Siempre ha sido así. Hoy se necesita más que nunca.

- ¿Cómo estáis, queridas hermanas? ¿Cómo están vuestras

familias? Trabajemos hoy con más ilusión que nunca. Es

sumamente necesario…

La vida sigue. Y nosotras detrás, avanzando por el piso mosaico:

blanco y negro, luz y tiniebla. Siempre los opuestos. Más ahora con

la pandemia. Hacia adelante: hacia la LUZ.

A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo.

Azucena Lucas