EL CONSUMISMO Y SU INCIDENCIA EN EL AMBIENTE
- R:.L:. Lichkay n°28

- 27 ago 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 ago 2021
La Declaración de Principios en los que se sustenta nuestra Constitución Masónica, tiene base en los postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad; en este sentido, el título del presente trabajo: “Consumismo y su incidencia en el ambiente”, tiene en nuestra consideración, una directa conexión especialmente con el postulado de Libertad, pues cualquier acto que el ser humano realice, lo hace bajo su libre albedrío, es decir, con la facultad de poder elegir y en libertad. Ello significa, que desde que optamos por diversas alternativas que nos brinden ciertas situaciones, es nuestro derecho a elegir, el que finalmente debe primar-aunque sepamos que en no todas los países del mundo ello sea de esta manera-; sin embargo, es importante que como mujeres masonas y libres, sepamos hacer uso de uno de los derechos más importantes que coadyuven en no incurrir en un consumismo, que solo provocaría un ambiente desequilibrado y nada garantizado para las futuras generaciones, perdiéndose de vista el bienestar común.

En el contexto del presente tema, ese Consumismo, se contrapondría al ejercicio regular del derecho al Consumo...
... Y en verdad así es, pues el Consumo, se encuentra definido como: “la acción de utilizar y/o gastar un producto, un bien o un servicio para atender necesidades humanas tanto primarias como secundarias. En economía, se considera consumo como la fase final del proceso productivo, cuando el bien obtenido es capaz de servir de utilidad al consumidor”.
El Consumismo, por otro lado, implica, el consumo excesivo e innecesario; por ejemplo la
compra de bienes no con la finalidad de satisfacer alguna necesidad, sino a veces por egolatría, por apariencia; y la consecuencia más grave es que el consumismo agota los recursos naturales y por ende produce un desequilibrio ecológico.
Es precisamente, que desde solo una perspectiva individualista, que el ser humano se aleja del sentimiento colectivo, de la solidaridad y por qué no decirlo, de su propia humanidad. Por ello, es importante tener en consideración que el mundo en que habitamos a lo largo de su historia ha tenido cambios importantes, sino pensemos en sus orígenes, los recursos naturales servían en realidad para satisfacer una necesidad, ya sea de alimento, protección, etc; posteriormente con el devenir de la revolución industrial, el mundo vivió una serie de transformaciones tanto en el área económica como social; y así la humanidad vio aumentada su capacidad producción, acrecentándose con ello, el deseo de adquirir esos nuevos productos, que luego, fueron convirtiéndose en bienes desechables, como los teléfonos, las máquinas de cómputos, entre otros.
Podríamos preguntarnos entonces: ¿cómo es que el consumismo perjudica al medio ambiente?
El Consumismo, se dice que es la causa aproximadamente del 60% de todas las emisiones
globales de Gases de Efecto Invernadero, que está conceptualizado como: “el fenómeno por el que la energía solar recibida en cada momento por la Tierra que proviene de la radiación solar natural no puede volver al espacio”; es decir, rebota sobre la superficie terrestre, se queda atrapada en la Tierra por la barrera de los gases de efecto invernadero que forman una capa que no deja que este calor se vaya, lo que daña la capa de ozono, responsable de protegernos de la radiación.
Ahora, de acuerdo a Greenpeace, movimiento global integrado por más de 3 millones de
personas en 55 países, que tienen como objetivo el terminar con los abusos contra el medio
ambiente, gran parte de lo que el ser humano consume, contiene plástico, y éstos ayudan a la emisión de estos gases de efecto invernadero, que cuando se convierten en residuos emiten metano por ejemplo al exponerse a la radiación solar; también tenemos que en los últimos tiempos el consumo del pescado por ejemplo se ha incrementado, siendo de público conocimiento que los océanos están siendo explotados de forma desmesurada, y no olvidemos la industria tecnológica que origina lo que se conoce como la “basura electrónica”, que también contamina el medio ambiente.
¿Qué Hacer?
Lamentablemente el sistema económico que domina el mundo depende del Consumismo, se propende a la riqueza sin medir sus consecuencias, y como sabemos éste daña el ecosistema; sin embargo, algunos señalan que es necesario ya cambiar de hábitos, bajo la frase: “Consumir menos y mejor”; miremos a nuestro alrededor, cuántas cosas de las que poseemos no les damos uso, cuánto de lo que compramos tampoco es para satisfacer alguna necesidad elemental.
Pienso, que como masonas nuestro comportamiento si bien es cierto se basa en los postulados que mencioné en líneas anteriores; especialmente el derecho a elegir en libertad, ello no nos exime de tener siempre presente que la Masonería es una institución ética también, que promueve la comprensión, promoción de principios, así como la validez de la conducta humana.
Por ello, no será nada fácil eliminar el consumismo; creo que formarse una conciencia del
impacto negativo que tiene ambientalmente, ayudará a que el futuro sea más alentador para las generaciones venideras.
Silvia Cornejo
Comentarios